Una amistad que va más allá de la religión y las fronteras. Unas Personas increíbles, cuyas historias son impactantes. Si vas a Ahmedabad, India y estás perdido en los pols, en el centro histórico de la ciudad, no dudes en ir a preguntar a Bharatbhai o a Hassanbhai, los protagonistas que se esconden detrás del nombre Miya-Mahadev.
No hay lugar más seguro en el planeta. Ellos forman una amistad tan duradera como mis años. Te llegara al corazón su historia, digna no solamente de un corto, sino de una película entera. Conocí a Bharatbhai y no entendí cómo no aceptó dinero por el trabajo que estaba realizando en mi dupata (pañuelo, foulard de India)… Me hizo entender que hay muchas cosas más importantes que el dinero…Un gran corazón. Cuando dicen que dios vive en ti, lo he podido ver en este hombre, que ante los disturbios que iban a quemar la tienda del único musulmán en el mercado en 1985, se puso delante para que no lo hicieran… Un día tras otro…
Esta es la historia de Miya-Mahadev, una historia humana, de supervivencia y amistad. Aunque actualmente se puede decir que existe armonía de las dos religiones: el islam y el hinduismo, aún se puede apreciar cierta reticencia y tirantez entre ambas comunidades. Anteriormente, esta distancia y peleas, sucedían con más frecuencia. Era la época de disturbios en 1985. Cuando los “Riots” estaban al acecho y atacando. Fue la época en que Hassanbhai tenía un Laari (tienda) en el mercado. Muchos no le aceptaban y era repudiado por ser musulmán. Era el único musulmán en un barrio y mercado repleto de hindús.
Su negocio, no es que fuera exuberante, o enorme. Todo lo contrario. Era una tiendecita muy pequeña y a la que nadie hubiera prestado atención a no ser que como en su caso, su dueño era un musulmán. La voz se corrió y un día llegaron muchos hombres hindús con antorchas decididos a quemar su pequeña tienda, acabando con lo poco que tenía. Pero antes de este motín, Hassanbhai, fue avisado de lo que iba a suceder y abandonó su tienda para salvar su vida.
Cuando los Riots llegaron para destruir su tienda, Bharatbhai y un grupo pequeño de Hindús, se plantaron enfrente de la tienda de Hassanbhai. Se defendieron alegando que los Pols les pertenecían y que no podían hacer nada en contra de una propiedad que les pertenecía. Siguieron una estrategia que les funcionó, porque los disturbios se fueron convencidos con los argumentos que Bharatbhai les dio. Esto no fue un hecho aislado. No. Los disturbios eran constantes. Volvían al lugar decididos a dañar la tienda de Hassanbhai y siempre encontraban la misma respuesta por parte de los Hindús que también trabajaban en la zona. “es nuestra tienda” no pertenece a un musulmán sino a un ser humano.
Poco a poco la amistad entre Bharatbhai y Hassanbhai, fue creciendo, ya que Bharatbhai pasaba mucho tiempo en la tienda de su amigo Hassanbhai, como amigo guardián. Al cabo del tiempo, la tienda creció y Hassanbhai tuvo suerte de poder emprender y ampliar su tienda, al lado de donde tenía la tienda su amigo Bharatbhai.
Bharatbhai, se vio obligado a vender su tienda por dificultades económicas. Pero nunca se rindió y abrió un pequeño puesto de sastrería, justo enfrente de su amigo Hassanbhai. ¿Sabías que la profesión de Sastre es mayormente masculina en India? Tienen sus puestos normalmente abiertos en la calle y cada uno tiene sus clientes habituales. Es muy normal en India tener “tu propio sastre” y cuando no te funciona el tuyo o no conoces a ninguno en la India, puedes preguntar a los Indios, a qué sastrerías van para que compares precios entre ellas y diseñes tus propios modelos de ropa. También sucede con quién plancha en India, aún no he visto a ninguna mujer realizando ésta labor (al menos no en las calles).
Volviendo a nuestra historia real, te preguntarás… ¿Cómo surgió el nombre Miya-Mahadev? Hassanbhai y Bharatbhai iban juntos a los Pols y la gente empezó a hablar de ellos. Fue entonces cuando les bautizaron con el nombre de Miya-Mahadev. Entre los dos, empezaron un centro de información para ayudar a las personas que necesitan encontrar alguna dirección. Para quien no esté familiarizado con los Pols, son callejuelas antiguas donde perderse muy fácilmente. Las direcciones son difíciles de encontrar a no ser que conozcas la zona o seas un “experto” de la zona como lo son Hassanbhai y Bharatbhai. La antigua ciudad es como un laberinto. Imaginaros que hasta los carteros les preguntan sobre las direcciones para entregar las cartas, paquetes y documentos… Son los ángeles guías del barrio, ya que no cobran dinero por la información que dan todos los días. Más de 50 personas diarias. Si hubieran querido hacerse ricos, lo hubieran podido ser. Pero éste no ha sido nunca su propósito. Si la gente quiere dar algo, se lo rechazan y les dicen que den de comer a los pájaros o a otras personas que lo necesitan más. A pesar de llevar una vida muy humilde, se conforman con lo que tienen… Esto es muy difícil de entender para la mentalidad occidental, que siempre va buscando más y más, rodeados de una sociedad consumista. Sin embargo según éstos dos buenos amigos o casi como hermanos, opinan que aún siendo el hombre más rico, siempre ansiará más riqueza.
Actualmente, Ahmedabad suele mantener la paz. Sin embargo, hechos aislados o de violencia se siguen dando entre los extremistas musulmanes y los extremistas hindús. Historias como éstas, hacen posible que la paz se siga manteniendo entre personas de distintas religiones, pero con la misma piel: humana.
Puedes ver más info de la historia de Miya-Mahadev en inglés aquí:
Y ¿Tú? ¿Tienes tus historias con sastres y los hombres que planchan en las calles de India? ¡Seguro que sí! Deja un comentario abajo y pasa una feliz Semana Santa 🙂
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